Economía

La Reserva Federal ve una inminente contracción del crédito. ¿Qué es eso?



 

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24 mar (Reuters) — Hay un viejo dicho que asegura que una una contracción del crédito es cuando tu banco no te presta dinero. Una crisis crediticia es cuando los bancos no se prestan entre sí.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo el miércoles que el colapso de Silicon Valley Bank y la agitación del sistema bancario que desencadenó «es probable que resulten en condiciones de crédito más estrictas para los hogares y las empresas, lo que a su vez afectaría a los resultados económicos.»

En otras palabras: se avecina una contracción del crédito, algo que no es nuevo y suele acompañar a las recesiones, aunque no siempre. También se producen con distinta gravedad y duración, factores clave que, según Powell, siguen siendo desconocidos en la actualidad.

Algunas crisis pequeñas y concentradas pueden lastrar el crecimiento sin paralizar toda la economía. Unas restricciones crediticias más profundas pueden lastrar la economía durante años.

Veamos algunas de las dinámicas de anteriores crisis de restricción del crédito en comparación con lo observado hasta ahora en el episodio actual.

RESTRICCIÓN VS CRISIS

El crédito total de los bancos comerciales -constituido por sus tenencias de bonos y toda la gama de préstamos a empresas y consumidores, desde el crédito empresarial rutinario y los préstamos inmobiliarios comerciales hasta las hipotecas residenciales y las tarjetas de crédito- está justo por debajo de su máximo histórico de mediados de febrero.

Sin embargo, la tasa de crecimiento del crédito ha caído recientemente por debajo de su media histórica hasta un nivel que a menudo se ha asociado con una recesión. El crecimiento global anual del crédito rara vez es negativo, pero cuando se desacelera hasta niveles de un solo dígito, como ocurre ahora, indica que la concesión de préstamos, que contribuye a impulsar el crecimiento económico general, está sometida a tensiones.

Desde principios de los años 70 fue negativo en sólo una ocasión, tras la crisis financiera de 2007-2009. Eso fue indicativo de la contención duradera que ese episodio tuvo sobre la recuperación del crédito y el crecimiento económico en general.

MENOS RIESGO

Cuando las condiciones crediticias se endurecen, entre las primeras categorías de prestatarios que se resienten están las personas con menos recursos o con perfiles crediticios más pobres, ya que los bancos se alejan del riesgo. Un ejemplo de esta dinámica es la emisión de préstamos de alto riesgo para la compra de automóviles.

Datos de la Fed de Nueva York mostraron que estos volúmenes alcanzaron el nivel más alto en casi dos décadas a mediados del año pasado, pero se habían desacelerado un poco a fines de año, aunque en conjunto se encontraban en el extremo superior de los volúmenes vistos antes de la pandemia. En la última gran crisis crediticia, el volumen de préstamos se redujo en dos tercios entre 2005 y 2009.

CONSUMIDORES FRENTE A EMPRESAS

Cuando las condiciones crediticias generales se endurecen, los bancos suelen frenar los préstamos tanto a consumidores como a empresas, aunque no siempre en la misma medida ni en el mismo momento.

Y a veces hay factores especiales que provocan un ajuste para unos pero no para otros. Ese fue el caso hace 8-10 años, cuando los bajos precios del petróleo provocaron una contracción del crédito entre las empresas de «fracking» de Estados Unidos, lo que pesó durante un tiempo sobre el crecimiento global de los préstamos comerciales, mientras que el de los préstamos al consumo siguió mejorando.

Excluyendo la recesión del COVID-19 -cuando los volúmenes de préstamos comerciales se vieron distorsionados por los esfuerzos de socorro a las empresas tras la pandemia- el crédito a las compañías ha sufrido el mayor golpe en las recesiones en lo que va de siglo. El crédito al consumo tardó especialmente en recuperarse del colapso de 2007-2009 debido a la importancia central de las hipotecas residenciales y del mercado de la vivienda en esa crisis.

El crecimiento anual de ambas categorías parece haber tocado techo a mediados del año pasado, aunque ambas se mantienen en torno al 10% o más, muy por encima de la tasa de crecimiento media histórica de alrededor del 6,5%.

BANCOS NECESITADOS

Cuando los bancos se dan cuenta de que no pueden obtener la financiación que necesitan de las fuentes tradicionales -entre ellos-, recurren a la Fed, que les presta dinero de su «ventanilla de descuento», conocida desde hace tiempo como el prestamista de última instancia.

En 2008, la explosión de su uso fue una clara señal de que la restricción se había convertido en crisis, ya que mostraba que los bancos, recelosos del estigma asociado al recurso a la ventanilla de descuento, se habían quedado sin otras opciones.

No obstante, la Fed ha tomado medidas desde entonces para desestigmatizar esta ventanilla, incluida la reducción de la tasas de interés de penalización que cobraba tradicionalmente. Su uso se generalizó durante los primeros meses de la pandemia y se disparó de nuevo en las dos últimas semanas tras la quiebra del Silicon Valley Bank.

(Reporte de Dan Burns, Ann Saphir y Howard Schneider; editado en español por Carlos Serrano)

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