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Los residentes de las grandes ciudades chinas viajan a sus lugares de origen en plena ola de COVID

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FOTO DE ARCHIVO. Pasajeros de un avión procedente de Dalian, en China, se dirigen a la zona de pruebas de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) a su llegada al aeropuerto internacional de Narita, en Narita, al este de Tokio, Japón. 12 de enero de 202

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Por Martin Quin Pollard y Bernard Orr

PEKÍN, 16 ene (Reuters) — Pasajeros cargados de equipajes acudieron el lunes en masa a las estaciones de ferrocarril y los aeropuertos de las megaciudades chinas para dirigirse a sus poblaciones de origen con motivo de las fiestas del Año Nuevo Lunar, que los expertos en salud temen que puedan intensificar un virulento brote de COVID-19 en zonas menos preparadas para hacerle frente.

Después de tres años de estrictos controles contra el coronavirus, China abandonó abruptamente su política de «cero contagios» a principios de diciembre, dejando que el virus circulara libremente entre sus 1.400 millones de habitantes.

Las autoridades dijeron el sábado que casi 60.000 personas con COVID-19 habían muerto en hospitales entre el 8 de diciembre y el 12 de enero, un enorme aumento respecto a las cifras anteriores, que habían sido criticadas por la Organización Mundial de la Salud por no reflejar la escala y gravedad del brote.

Incluso esas cifras excluyen muy probablemente a muchas personas que mueren en casa, sobre todo en zonas rurales con sistemas médicos más débiles, dijo un experto sanitario. Varios expertos prevén que más de un millón de personas morirán este año en China a causa de la enfermedad.

En vísperas del Año Nuevo Lunar, también conocido como la Fiesta de la Primavera, que comienza oficialmente el 21 de enero, medios estatales se han llenado de informaciones sobre hospitales rurales y clínicas que refuerzan sus suministros de medicamentos y equipos.

«El pico de las infecciones por COVID en nuestro pueblo ya ha pasado, pero se acerca la Fiesta de la Primavera y aún quedan aldeanos, sobre todo ancianos, en riesgo de infección secundaria», dijo un médico de la provincia de Shaanxi en un artículo publicado por el medio regional Estrella Roja.

«Si los antivirales y otros medicamentos fueran más abundantes, estaría más confiado», añadió el médico.

Además de medicamentos para la fiebre y suministros de oxígeno, la Comisión Nacional de Salud de China ha dicho que equipará cada clínica de pueblo con oxímetros de pulso, dispositivos de dedo utilizados habitualmente durante la pandemia para comprobar rápidamente los niveles de oxígeno.

PRISA POR VIAJAR

La principal estación de ferrocarril de Pekín ha estado abarrotada de pasajeros que abandonaban la capital en los últimos días, según testigos de Reuters.

En la ciudad más poblada de China, Shanghái, se han añadido trenes nocturnos temporales para satisfacer la demanda de viajeros que se dirigen a la provincia oriental de Anhui, informó la agencia estatal de noticias Xinhua.

Mientras tanto, las llegadas a Macao superaron las 55.000 el sábado, la cifra diaria más alta desde que comenzó la pandemia.

En Hong Kong, el Gobierno ha dicho que aumentará el número de personas que pueden pasar a través de los puntos designados de control fronterizo terrestre con la China continental a 65.000 personas al día desde las 50.000 entre el 18 y el 21 de enero.

Se esperan más de 2.000 millones de viajes a través de China en las semanas próximas a las fiestas, según estimaciones de su Ministerio de Transportes.

La reactivación de los viajes en China ha aumentado las expectativas de un repunte de la segunda mayor economía del mundo, que está sufriendo sus tasas de crecimiento más bajas en casi medio siglo.

Estas esperanzas contribuían a la subida de las bolsas asiáticas un 0,9% el lunes, sumándose a las ganancias del 4,2% de la semana pasada.

El índice referencial del mercado chino avanzaba un 2%, mientras que el yuan alcanzaba su nivel más alto desde julio. Los precios mundiales del petróleo también se han visto favorecidos por las expectativas de recuperación de la demanda de China, el principal importador mundial.

El primero de una serie de datos económicos que se publicarán esta semana mostró que los precios de las viviendas nuevas en China volvieron a caer en diciembre, en un momento en que los brotes de COVID-19 afectaron a la demanda.

Otros datos sobre el crecimiento económico, las ventas minoristas y la producción industrial que se publicarán más adelante en la semana serán sin duda desalentadores, pero es probable que los mercados miren más allá para ver cómo podría impulsar el crecimiento mundial la reapertura de China, según analistas.

«Nuestro escenario de referencia supone que las infecciones nacionales alcanzarán su punto máximo a finales de enero», señalaron analistas de JP Morgan (NYSE:JPM) en una nota el lunes.

El pico de infecciones catalizará una recuperación económica «sostenible» a partir de marzo, con un crecimiento previsto de dos dígitos en el segundo trimestre del año, según los analistas.

Es probable que el crecimiento de China en el conjunto del año repunte hasta el 4,9% en 2023, antes de estabilizarse en 2024, según un sondeo de Reuters.

(Información de Martin Pollard, Bernard Orr y la redacción de Pekín; escrito por John Geddie; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

Fuente

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