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Xi se reunirá con Putin en su primer viaje fuera de China desde el inicio del COVID-19


FOTO DE ARCHIVO. El presidente ruso, Vladimir Putin, asiste a una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín, China. 4 de febrero de 2022. Sputnik/Aleksey Druzhinin/Kremlin vía REUTERS

 

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Por Guy Faulconbridge y Yew Lun Tian

LONDRES/PEKÍN, 12 sep (Reuters) — Xi Jinping saldrá de China por primera vez en más de dos años para viajar esta semana a Asia Central, donde se reunirá con el presidente ruso, Vladimir Putin, justo un mes antes de consolidar su posición como el líder chino más poderoso desde Mao Zedong.

El viaje, el primero de Xi al extranjero desde el inicio de la pandemia del COVID-19, demuestra que confía tanto en su control del poder en su tercer mandato como en su papel de líder mundial en un momento de renovadas fricciones entre grandes potencias.

Con el telón de fondo de la confrontación de Rusia con Occidente por Ucrania, la crisis de Taiwán y una economía mundial tambaleante, Xi tiene previsto realizar una visita de Estado a Kazajistán el miércoles.

A continuación, el presidente chino se reunirá con Putin en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en la antigua ciudad de la Ruta de la Seda, Samarcanda, en Uzbekistán, informaron Kazajistán y el Kremlin. China confirmó el viaje el lunes.

El asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov, dijo a los periodistas la semana pasada que se esperaba que el presidente ruso se reuniera con Xi en la cumbre. El Kremlin no quiso dar detalles sobre sus conversaciones.

La reunión dará a Xi la oportunidad de subrayar su influencia mientras que Putin puede demostrar la inclinación de Rusia hacia Asia; ambos líderes pueden mostrar su oposición a Estados Unidos justo cuando Occidente busca castigar a Rusia por la guerra de Ucrania.

«En mi opinión, todo gira en torno a Xi: quiere demostrar cuánta confianza tiene en sí mismo a nivel interno y ser visto como el líder internacional de las naciones opuestas a la hegemonía occidental», dijo George Magnus, autor de «Red Flags» («Banderas rojas», en español), un libro sobre los desafíos de Xi.

«En privado, imagino que Xi estará más ansioso por saber cómo va la guerra de Putin y, de hecho, si Putin o Rusia están en juego en algún momento en el futuro cercano, porque China todavía necesita un liderazgo antioccidental en Moscú».

Rusia sufrió su peor derrota de la guerra la semana pasada, abandonando su principal bastión en el noreste de Ucrania.

La profundización de la asociación «sin límites» entre la superpotencia emergente de China y el titán de los recursos naturales de Rusia es un desarrollo geopolítico que Occidente observa con ansiedad.

Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, Rusia, que en su día fue el socio principal de la jerarquía comunista mundial, es ahora un socio menor de una China comunista resurgente que, según las previsiones, superará a Estados Unidos como la mayor economía del mundo en la próxima década.

Aunque las contradicciones históricas abundan en la asociación, no hay señales de que Xi esté dispuesto a dejar de apoyar a Putin en el enfrentamiento más serio de Rusia con Occidente desde el punto álgido de la Guerra Fría.

Por el contrario, los dos líderes de 69 años están profundizando sus lazos. El comercio se disparó en casi un tercio entre Rusia y China en los primeros 7 meses de 2022.

La visita «muestra que China está dispuesta no sólo a continuar con los ‘negocios como siempre’ con Rusia, sino incluso a mostrar un apoyo explícito y acelerar la formación de un alineamiento más fuerte entre China y Rusia», dijo Alexander Korolev, profesor titular de política y relaciones internacionales en la Universidad de Nueva Gales del Sur.

«Pekín es reacio a distanciarse de Moscú pese a que se enfrenta a graves costes de reputación y a los riesgos de convertirse en objetivo de sanciones económicas secundarias».

XI SUPREMO

Se espera que Xi rompa con los precedentes en el congreso del Partido Comunista que comienza el 16 de octubre y se asegure su tercer mandato de liderazgo de cinco años.

Mientras que Xi se ha reunido con Putin en persona 38 veces desde que se convirtió en presidente de China en 2013, todavía no se ha reunido con Joe Biden en persona desde que este último se convirtió en presidente de Estados Unidos en 2021.

La última vez que Xi se reunió con Putin fue en febrero, pocas semanas antes que el presidente ruso ordenara la invasión de Ucrania, que ha dejado decenas de miles de muertos y ha sembrado el caos en la economía mundial.

En esa reunión, en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, Xi y Putin declararon su asociación sin límites, apoyándose mutuamente en los enfrentamientos sobre Ucrania y Taiwán con la promesa de colaborar más contra Occidente.

China se ha abstenido de condenar la operación rusa contra Ucrania o de calificarla de «invasión», en consonancia con el Kremlin, que califica la guerra de «operación militar especial».

«El mensaje más importante no es que Xi apoye a Putin, porque ha quedado bastante claro que Xi apoya a Putin», dijo el profesor Steve Tsang, director del Instituto de China en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos de Londres.

«La mayor señal es que él, Xi Jinping, va a salir de China por primera vez desde la pandemia en el período previo al congreso del partido. Si hubiera conspiraciones contra él, ahora es cuando se producirían. Y está claro que confía en que los complots no van a tener lugar porque está fuera del país».

Xi, hijo de un revolucionario comunista, salió por última vez de China en enero de 2020, antes que el mundo entrara en el confinamiento por el COVID-19.

JEFE DEL KREMLIN

Después que Occidente impusiera a Moscú las sanciones más severas de la historia moderna debido a la guerra de Ucrania, Putin dice que Rusia se está volviendo hacia Asia después de siglos de mirar a Occidente como el crisol del crecimiento económico, la tecnología y la guerra.

Al presentar a Occidente como una coalición en decadencia, dominada por Estados Unidos, que pretende encadenar -o incluso destruir- a Rusia, la visión del mundo de Putin coincide con la de Xi, que presenta a China como una alternativa al orden posterior a la Segunda Guerra Mundial liderado por Estados Unidos.

Ushakov, asesor de Putin, dijo que la reunión entre Xi y Putin sería «muy importante». No dio más detalles.

Mientras Europa se aleja de las importaciones energéticas rusas, Putin tratará de impulsar las exportaciones de energía a China y Asia.

Putin dijo la semana pasada que se había acordado una importante ruta de exportación de gas a China a través de Mongolia. Gazprom (MCX:GAZP) lleva años estudiando la posibilidad de que un nuevo e importante gasoducto —el Poder de Siberia 2— atraviese Mongolia llevando el gas ruso a China.

Transportará 50.000 millones de metros cúbicos de gas al año, aproximadamente un tercio de lo que Rusia suele vender a Europa, o el equivalente a los volúmenes anuales del Nord Stream 1.

La Organización de Cooperación de Shanghái, que incluye a Rusia, China, India, Pakistán y cuatro países de Asia Central, tiene previsto admitir a Irán, uno de los principales aliados de Moscú en Oriente Medio.

(Información adicional de Olzhas Auyezov en Almaty y Yew Lun Tian y Martin Quin Pollard en Pekín; escrito por Guy Faulconbridge; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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