Air France sale de pérdidas en 2022 con 728 millones de euros de beneficio
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París, 17 feb (.).- El grupo franconeerlandés Air France-KLM (EPA:AIRF) salió el pasado año de los números rojos que ha ido arrastrando desde el comienzo de la crisis de la covid y obtuvo 728 millones de euros de beneficio gracias, en particular, a un incremento espectacular de la actividad y a la contención de costos.
«Cerramos el año con un resultado neto positivo, signo de que hemos pasado página de la covid y miramos el futuro con confianza en nuestra capacidad para afrontar los desafíos por venir», destacó su consejero delegado, Benjamin Smith, en el comunicado publicado este viernes con las cifras de 2022.
Tras dos ejercicios con fuertes pérdidas (3.292 millones de euros en 2021 y 4.548 millones en 2020), lo que explica este cambio de tendencia en 2022 fue el incremento del 84,4 % de la facturación, hasta 26.393 millones de euros, y el hecho de que la del cuarto trimestre alcanzó un nivel récord con 7.128 millones.
La empresa registró el pasado año 83,3 millones de pasajeros, un 86,5 % más, y eso con un aumento de sus capacidades del 44,2 %.
El coeficiente de ocupación de sus aviones se incrementó en 24,8 puntos porcentuales y el ingreso unitario por asiento ofrecido y por kilómetro, un 51,6 %.
El pasado año los costos de personal se redujeron en un 10 % respecto a 2019, antes de que estallara la crisis del coronavirus, y eso por un recorte de plantilla equivalente al 16 % en Air France (excluyendo la filial de bajo coste Transavia) y al 9 % en KLM.
El resultado de explotación también pasó al terreno positivo con 1.193 millones de euros, es decir, una diferencia de 2.819 millones respecto al agujero de 2022.
Gracias a eso, el margen operativo se situó en el 4,5 %, tres décimas más que en 2019.
El grueso del resultado de explotación se obtuvo de la actividad de pasajeros de las compañías Air France y KLM, con 1.131 millones de euros, después de los 1.682 millones negativos en 2021.
El negocio de mantenimiento aportó otros 163 millones de euros, mientras que Transavia todavía se mantuvo en números rojos con 100 millones de euros.
Después de los planes de salvamento de los estados francés y neerlandés durante la crisis sanitaria que le permitieron sobrevivir, la compañía reembolsó desde 2021 y hasta finales de 2022 un total de 4.900 millones de euros de ayudas de liquidez.
Su deuda el pasado año se redujo en 1.879 millones de euros y se quedó en 6.337 millones a fecha del 31 de diciembre.
El próximo marzo, la empresa tiene intención de reembolsar los 2.500 millones que quedan de los préstamos públicos que recibió.
La confianza del grupo en que la actividad seguirá recuperándose en 2023 se refleja en los anuncios sobre su oferta de asientos: entre el 90 y el 95 % de la que tuvo en 2019 en los dos primeros trimestres y «superior al 95 %» en la segunda mitad del año.
Transavia va a ser uno de los principales vectores de esa recuperación, con una oferta que superará claramente la del último año antes de la crisis sanitaria: alrededor del 135 % para el conjunto de 2023.
El grupo prevé que desde 2024 sus capacidades volverán a los niveles de 2019. A medio plazo, su objetivo en términos financieros es alcanzar un margen operativo del 7 al 8 %.
