Un año después de masacres en zona de Kiev, la policía aún busca a desaparecidos
Voluntarios transportan los cuerpos de las personas que fueron enterradas por un residente local durante la ocupación rusa de la ciudad de Borodyanka el año pasado, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, después de una exhumación en el cementerio de
Por Rod Nickel
BORODIANKA, UCRANIA, 2 mar (Reuters) — En un rincón del cementerio de la ciudad de Borodianka, a 55 km (34 millas) al noroeste de la capital ucraniana, Kiev, los cuerpos de tres hombres yacieron enterrados durante un año sin que nadie lo supiera.
Los tres hombres, uno de los cuales la policía ha identificado tentativamente hasta ahora, son los últimos civiles muertos confirmados de la marcha de las fuerzas rusas hacia Kiev la primavera boreal pasada.
El intento fallido de Rusia de capturar rápidamente la capital dejó al menos 1.370 civiles muertos antes de que el ejército ucraniano los hiciera retroceder, según funcionarios ucranianos.
Se desconoce el paradero de 278 personas de la región de Kiev (con una población de 1,8 millones de habitantes) y, un año después, cada vez es más difícil encontrarlas a ellas o a sus restos.
Anteriormente se descubrieron 14 fosas comunes y la policía dice que los cuerpos restantes pueden estar en edificios bombardeados y ennegrecidos en pueblos o en densos bosques de pinos a su alrededor.
El problema destaca tanto la magnitud del sufrimiento de los civiles en los alrededores de Kiev como la dificultad para encontrar restos en una zona gravemente dañada de la que huyó mucha gente. Algunos de los desaparecidos aún pueden estar vivos.
Un residente local encontró cerca del 8 de marzo del año pasado a un hombre de la masacre en Borodianka, que presentaba un disparo y se había desplomado al volante de un automóvil quemado, dijo el jueves el jefe de policía de la región de Kiev, Andrii Nebytov.
Encontró a otros dos más en el camino, también baleados, agregó Nebytov, mientras la policía exhumaba los tres cuerpos cerca. El hombre enterró a los tres sujetos, luego se mudó al extranjero y solo informó de su descubrimiento cuando regresó un año después.
«A veces es muy difícil para ellos hablar de la crueldad del ejército ruso», dijo Nebytov a los periodistas. «A medida que pasa el tiempo, es más difícil para nosotros encontrar estos cuerpos».
La policía exhumó cuidadosamente los cuerpos, sacándolos del suelo arenoso del cementerio de Borodianka.
De uno de los cuerpos, un oficial sacó un sombrero, tres paquetes de cigarrillos y un peine, de otro cuerpo, una gorra de béisbol.
Algunas de las peores masacres de civiles en Ucrania ocurrieron cerca de Kiev en las primeras semanas de la guerra, con cientos de muertos en Borodianka y en las ciudades cercanas de Bucha e Irpin.
Rusia ha negado repetidamente que sus fuerzas cometieran atrocidades o atacaran deliberadamente a civiles en Ucrania.
Nebytov dijo que de los 1.370 muertos por la invasión rusa de la región de Kiev, unos 700 recibieron disparos. Unos 350 murieron en los bombardeos y el resto falleció porque no pudieron obtener ayuda médica.
Se han denunciado más de 71.000 presuntos crímenes de guerra en Ucrania desde que Rusia inició la invasión.
(Información de Rod Nickel en Borodianka, Ucrania. Editado en español por Marion Giraldo)