«Hombre de Hierro» cubano sorprende a los curiosos soportando golpes de martillo para dejar atrás el boxeo
Imagen de archivo de gente paseando por una calle del centro de La Habana, Cuba. 14 abril 2023. REUTERS/Alexandre Meneghini
Por Anett Ríos Alexander Frómeta
LA HABANA, 15 ago (Reuters) — En un frondoso bulevar del centro de La Habana, un hombre se golpea con una maza en las muñecas, los codos y los antebrazos, lo que atrae a una multitud que se congrega para filmar el espectáculo con sus teléfonos.
Lo sorprende a la multitud no es que el hombre se golpee el cuerpo, sino que salga ileso.
El «Hombre de Hierro», como se conoce a Lino Tomasen, dijo que una vez aspiró a ser como Mike Tyson, entrenando para convertirse en un boxeador profesional sometiéndose a millones de golpes con el martillo y, finalmente, mudarse de la isla caribeña para pelear en la Ciudad de México.
«Tuve 27 combates ganados por nocaut (en México) pero me retiré porque en el último combate lastimosamente le fracturé el cráneo a un oponente y murió instantáneamente», dijo el fornido Tomasen en una entrevista con Reuters en La Habana.
«El dinero que gané en mis peleas, estimando la suma de unos 100.000 dólares, se lo regalé a su familia. Y prometí más nunca volver a pelear», añadió.
Desde entonces, Tomasen ha perdido la fama y la fortuna, y se gana la vida mucho más modestamente en las calles de La Habana y las comunidades costeras cercanas, recogiendo propinas en una serie de espectáculos improvisados.
En una mañana reciente de verano, el hombre de 32 años cautivó a la multitud haciendo flexiones con las muñecas dobladas con otra persona adulta sobre su espalda.
«Todo es real, nada inventado», dijo Edward Carbonell, quien miraba a Tomasen con asombro. «Hizo algunas flexiones conmigo sobre su espalda», agregó.
Tomasen dijo que ahora está contento de servir como inspiración para aquellos que se esfuerzan por romper barreras y no se arrepiente de dejar atrás una posible carrera en el boxeo.
«Me han ofrecido miles, millones de dólares para volver a entrar (en el ring), porque saben el potencial que tengo y siempre he dicho que no», señaló.
«Quiero ser recordado como alguien que no tuvo límites, que rompió los límites. Así me gustaría que me recordaran toda una vida», afirmó.
(Reporte de Anett Ríos y Alexander Frómeta. Editado en español por Nelson Acosta; REUTERS NAB/)
